Hotel Topazz & Lamee Viena


Este San Valentín no podría haber sido más de ensueño. Hemos viajado por primera vez a la preciosa ciudad imperial, Viena, al lujoso Hotel Topazz & Lamee (5 estrellas) perteneciente al grupo LENIKUS. Había leído que su arquitectura ha sido ampliamente galardonada y no es para menos.  Con sus asombrosas ventanas ovaladas que ofrecen una visión perfecta del centro y su fachada de mosaicos oscuros, se trata de un hotel que te va a sorprender, hecho para los amantes del romanticismo y la arquitetura. 

Se encuentra en el centro  de Viena, el Innere Stadt, un barrio que destaca especialmente por su gran variedad de tiendas y a pocos minutos de la Catedral de San Esteban, de hecho puedes contemplar su precioso tejado realizado en azulejos de colores y sus increíbles cúpulas desde los óculos del hotel. Está a dos minutos de Stephansplatz, a cinco minutos del canal del Danubio y a diez minutos a pie del gigantesco cofre del tesoro imperial que es el Palacio de Hofburg. Las paradas de metro más cercanas son Schwedensplatz y Stephansplatz, ambas en la línea roja U1 que conecta con Hauptbahnhof. Desde la estación de tren principal, hay dos paradas hasta Landstrasse/Wien Mitte, donde el City Airport Train realiza el viaje de 16 minutos hasta el aeropuerto.

El establecimiento consta de 2 hoteles situados uno frente al otro: El Topazz y el Lamee. Nosotros nos hospedamos en la joya, el Topazz, en una habitación Prestige Room superior justo en la esquina del hotel y gozando de dos óculos con Chaise long para poder hacer el viaje todavía más romático. En el Topazz encontrarás un alijo de revistas y té de cortesía,  vino rosado espumoso, fruta fresca, galletas y bombones en un entorno elegante. 

Justo enfrente, en el hermano Hotel Lamée encontrarás un bullicio urbano animado y una terraza en la azotea con vistas desde el ringside de la Catedral de San Esteban (de hecho, algunas de las mejores de la ciudad). 

El increíble desayuno se sirve en el salón del Topazz, incluye zumos, panes y bollería recién horneados, muesli orgánico, queso alpino y jamón curado propios de Viena, miel Staud’s y frutas. Los platos de huevo y las tortillas junto con los pancakes llegan cocinados a la perfección a la mesa o a la habitación para seguir disfrutando de las vistas. El hotel tiene su propia bodega orgánica en Viena, Lenikus, y estos vinos (disponibles en recepción) son regalos únicos.

HOTEL TOPAZZ & LAMEE EN VIENA

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