Si hay algo que me gusta de Portugal, son sus hermosos azulejos, incluso las iglesias más pequeñas se encuentran adornadas de la forma más espectacular, como ésta de Valega (Ovar) a tan solo 30 Km de Aveiro.
Me parecía una iglesia tan espectacular que necesitaba un vestido a la altura, de raso y rojo, perfecto para ocasiones especiales y con una sandalias doradas.